lunes, 20 de diciembre de 2021

Después de dos años de enfermedad, camino a la victoria.

La vida nos cambió y sin duda alguna dio un giro de 360 grados. 

Volver a escribir es el inicio de un renacer en mi vida, es el comienzo de volver a creer  y crecer en los caminos que hoy nos sonríe y que es todo un privilegio. 

¿Por qué volver después de tanto tiempo? Después de una pandemia, de sueños rotos, de vida revuelta, de hambre, depresión, encierros, despidos, lagrimas sin final, sillas vacías, hogares incompletos, corazones completamente destrozados. Fue entonces llamado virus covid 19, el nombre de quien se llevó cada una de las razones de vivir en la insistencia  por sobrevivir. 

Los días se hicieron más largos que la propia muerte, comenzamos a desfallecer en vida cada día, a través que cada pantalla solo se hablaba de enfermedad, muerte, hambre, desempleo, confinamiento y pandemia, todo cambio y aun no explico cómo hoy algunos disfrutamos de "vivir". 

Muchos adquirimos el virus con síntomas y situaciones más llevaderas mientras otros no corrieron con la misma suerte,  vivían en la ilusión de poder despertar, aun atados a una cama UCI entre los sonidos de la muerte de aquellos que lucharon hasta el final y otros que encontraron su victoria saliendo sanos y triunfadores. 

No olvido a los héroes, aquellos que con batas blancas sufrían la desolación de ser separados de sus familias, de ver a miles de desconocidos irse de este mundo, apenas entendiendo el porqué. Aquellos que con la voz quebrantada y el corazón en la mano hacia todo por sus hermanos, dejando cada gota de sudor y lágrimas salvando vidas que en repetidas ocasiones también perdían. 

El hambre se apodero de las calles, muchas de las personas perdieron sus empleos. Frente a los que salían vivir del día a día dejaron de buscar el pan de cada día. La vida se transformó en un conjunto de sin sabores, sin la ilusión de un mañana y el pensamiento de que si salíamos a la calle encontraríamos la propia muerte. 

El decaimiento el sistema económico se vio afectado,  restaurantes, bares, discotecas, empresas, negocios familiares, grandes multinacionales cerraron sus puertas dejando a millones de personas sin empleos, en las calles y sin maneras de subsistir.

La vida se convirtió en un verdadero coas, sin descanso, sin final. Hoy, después de casi dos años, muchos sobrevivientes no han podido avanzar y volver a tomar el timón de sus vidas, ya que fueron tan golpeados que no han encontrado como impulsar sus vidas ante una situación tan grande, bloqueando el sistema interno en lo que se asimismo el deseo de destrucción y confusión.

Esto me lleva a concluir de aun con un después hay heridas que quedan plasmadas y reducidas a un verdadero cambio inesperado de la vida, y hoy puedo decir que mi vida tiene un antes y un después de la pandemia y no solo de la enfermedad sino de todo el daño causado emocionalmente, estamos en este desenlace, que aunque ya las cosas hayan mermado un poco falta mucho por superar. 

Escribir después de una pandemia es para mí la intensión de plantan la semilla de mi vida entre la fuerza que solo me impulsa a crecer, a no desfallecer, a soportar y vivir ante el ancla de ser una mujer con un corazón virtuoso, dispuesto a transmitir que si se puede y que todo está en aquello que mueva el interior. 

 

Como podrías renacer sin antes haber quedado reducido a la ceniza |

Friedrich Nietzche